Es un procedimiento utilizado para reducir la conciencia de manera irreversible cuando el paciente está en proceso de morir a fin de aliviar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas refractarios. La sedación paliativa tiene como objetivo dar confort y control de síntomas para evitar el sufrimiento.
Este procedimiento implica para el paciente una decisión de renunciar a experimentar conscientemente la muerte.
Para poder realizar este procedimiento se debe cumplir ciertas condiciones:
Además de velar por la calidad y la eficiencia del procedimiento, quien realiza esta acción debe acompañar y confortar a los familiares como parte del cuidado.
Ni los profesionales sanitarios ni la comunidad en general deben confundir la sedación paliativa con la eutanasia, ya que esta no tiene cómo objetivo adelantar su muerte. La diferencia entre una y otra radica en que la sedación paliativa tiene como intención aliviar el sufrimiento ante los síntomas disminuyendo la capacidad para percibirlos, la eutanasia tiene con la intención provocar la muerte para evitar el sufrimiento, la sedación paliativa en su proceso tiene una indicación clara y contrastada, existe un ajuste de fármacos según la respuesta del sufrimiento que genera el síntoma y existe una evaluación y registro en la historia clínica; en la eutanasia se utilizan fármacos en dosis o combinaciones letales para que garanticen una muerte rápida; en la sedación paliativa el resultado es el alivio del sufrimiento contrastado por medio de la evaluación y en la eutanasia el resultado es la muerte.
Si la observación y la evaluación indican que no se ha logrado el objetivo principal, que es aliviar el sufrimiento intenso, debe modificarse el plan terapéutico para ajustar la sedación paliativa.
Existen criterios básicos para poder considerar la sedación paliativa como una opción, estos criterios son:
La sedación paliativa puede realizarse en cualquier ubicación ya sea domicilio, hospital, centro residencial, siempre y cuando se cumplan con los criterios requeridos.
La sedación paliativa debe estar indicada por un médico y la consulta debe ser accesible a cuidados paliativos.
Tanto el procedimiento como la realización de los ajustes para lograr los objetivos establecidos deben ser llevados a cabo por un profesional con experiencia en cuidados paliativos.